Entrará en vigencia en dos meses. Quienes soliciten una misma dirección en la Web deberán explicar para qué la necesitan.
Por Damián Kantor email:dkantor@clarin.com
Fecha: 08/06/09
En un nuevo intento por limitar la especulación con el uso de las marcas en Internet, el Gobierno prepara una nueva medida para resolver en forma rápida las disputas por la inscripción de dominios ".com.ar". La nueva normativa, según adelantó a iEco una calificada fuente oficial, entraría en vigencia en dos meses. Y permitirá que el NIC (de las siglas inglesas Network Information Center), la oficina de la Cancillería que administra los dominios, defina los conflictos por la titularidad de las direcciones electrónicas argentinas.
El mecanismo será así. "Si una persona intenta registrar una marca de su propiedad que está ocupada, podrá acudir al NIC. Entonces, se intimará a los responsables para que presenten la documentación.
Luego se decide si se revoca o se convalida la inscripción", explicó la misma fuente. Prometen que el trámite será simple, no tendrá costo y el pleito se resolvería en dos semanas, como máximo.
Tales conflictos ocurren porque en Internet no pueden existir dos dominios iguales. Hasta el momento, sólo las personas famosas y las empresas más reconocidas estaban a cubierto, ya que el NIC impide la inscripción de nombres célebres sin la debida autorización.
Lo que se intenta ahora es extender esa cobertura a las marcas y las empresas de todo tipo y envergadura. Cuando un dominio sea requerido más de una vez, se convocará a los titulares para que argumenten por qué y para qué lo pidieron.
El objetivo es evitar las usurpaciones, una práctica que en la Argentina es bien conocida. Freddo, El Noble Repulgue, Bayaspirina y Marlboro, entre otros, tuvieron que recurrir a Tribunales para recuperar sus dominios. De todos modos, muchas firmas prefieren pagar una suma (entre $ 500 y $ 1.000, según el caso) para liberar nombres en forma rápida y sin abogados de por medio.
En la Argentina, la inscripción de un dominio se hace por Internet y no tiene costo. En rigor, es el único país en el mundo que no cobra arancel. La flexibilidad en los trámites, precisamente, favorece la acción de los ciberokupas, tal como se conoce a quienes realizan inscripciones masivas especulando con una venta posterior. Esta clase de abusos es de tal magnitud que la Argentina ocupa el séptimo lugar en el ranking mundial de dominios registrados, por encima de Italia y Brasil.
Desactivados
Sebastián Bellagamba, gerente de la Internet Society, una ONG enfocada en temas de Internet, asegura sin dudar que "lo único que puede explicar que la Argentina tenga más dominios registrados que Brasil es la gratuidad del trámite. No hay ninguna otra variable, ni económica, ni social, que lo justifique". Y Diego Vitali, de la empresa registrante Dattatec, acotó: "El 65% de los '.com.ar' está sin uso".
El proyecto para arancelar la inscripción está avanzado. La resolución ya pasó por todos los filtros de la burocracia y sólo resta la aprobación de la Presidencia. Es por eso que se están buscando otras variantes. Hace dos años, se realizaron consultas con el Colegio de Abogados de la Capital para conformar un Tribunal de controversias. El tema fue descartado, pero la preocupación crece.
El 8 de mayo, el NIC dispuso un tope de 200 dominios por persona, para evitar el accionar de quienes "registran nombres con una finalidad especulativa". Y explicaron que 450.000 (el 25% del total) fueron inscriptos por 884 personas, sobre un total de 512.000. "Hay oportunistas que registran nombres de abogados, profesionales, arquitectos, ingenieros, entre otras cosas, para cobrar una recompensa", afirman.
Tales acciones, dicen algunos, no constituyen delito. Matías Laura, un joven estudiante de Derecho, no tiene empacho en reconocer que registró más de 10.000 dominios. Dice que se dedica a la compraventa de direcciones y que es absolutamente legal. "Derecho.com.ar y ley.com.ar los compré en unos US$ 2.000", comentó y se queja porque "en la Argentina los precios son bajos". Pero aún así, el mercado es generoso y da oportunidades. "Los genéricos, como turismo.com.ar, se pueden colocar de US$ 5.000 en adelante", celebró.
Laura sostiene que está inscripto como monotributista y que contrató un abogado, "el papá de un amigo", para responder las cartas documentos que le llegan.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/notas/2009/06/08/01935272.html
Fecha: 08/06/09
En un nuevo intento por limitar la especulación con el uso de las marcas en Internet, el Gobierno prepara una nueva medida para resolver en forma rápida las disputas por la inscripción de dominios ".com.ar". La nueva normativa, según adelantó a iEco una calificada fuente oficial, entraría en vigencia en dos meses. Y permitirá que el NIC (de las siglas inglesas Network Information Center), la oficina de la Cancillería que administra los dominios, defina los conflictos por la titularidad de las direcciones electrónicas argentinas.
El mecanismo será así. "Si una persona intenta registrar una marca de su propiedad que está ocupada, podrá acudir al NIC. Entonces, se intimará a los responsables para que presenten la documentación.
Luego se decide si se revoca o se convalida la inscripción", explicó la misma fuente. Prometen que el trámite será simple, no tendrá costo y el pleito se resolvería en dos semanas, como máximo.
Tales conflictos ocurren porque en Internet no pueden existir dos dominios iguales. Hasta el momento, sólo las personas famosas y las empresas más reconocidas estaban a cubierto, ya que el NIC impide la inscripción de nombres célebres sin la debida autorización.
Lo que se intenta ahora es extender esa cobertura a las marcas y las empresas de todo tipo y envergadura. Cuando un dominio sea requerido más de una vez, se convocará a los titulares para que argumenten por qué y para qué lo pidieron.
El objetivo es evitar las usurpaciones, una práctica que en la Argentina es bien conocida. Freddo, El Noble Repulgue, Bayaspirina y Marlboro, entre otros, tuvieron que recurrir a Tribunales para recuperar sus dominios. De todos modos, muchas firmas prefieren pagar una suma (entre $ 500 y $ 1.000, según el caso) para liberar nombres en forma rápida y sin abogados de por medio.
En la Argentina, la inscripción de un dominio se hace por Internet y no tiene costo. En rigor, es el único país en el mundo que no cobra arancel. La flexibilidad en los trámites, precisamente, favorece la acción de los ciberokupas, tal como se conoce a quienes realizan inscripciones masivas especulando con una venta posterior. Esta clase de abusos es de tal magnitud que la Argentina ocupa el séptimo lugar en el ranking mundial de dominios registrados, por encima de Italia y Brasil.
Desactivados
Sebastián Bellagamba, gerente de la Internet Society, una ONG enfocada en temas de Internet, asegura sin dudar que "lo único que puede explicar que la Argentina tenga más dominios registrados que Brasil es la gratuidad del trámite. No hay ninguna otra variable, ni económica, ni social, que lo justifique". Y Diego Vitali, de la empresa registrante Dattatec, acotó: "El 65% de los '.com.ar' está sin uso".
El proyecto para arancelar la inscripción está avanzado. La resolución ya pasó por todos los filtros de la burocracia y sólo resta la aprobación de la Presidencia. Es por eso que se están buscando otras variantes. Hace dos años, se realizaron consultas con el Colegio de Abogados de la Capital para conformar un Tribunal de controversias. El tema fue descartado, pero la preocupación crece.
El 8 de mayo, el NIC dispuso un tope de 200 dominios por persona, para evitar el accionar de quienes "registran nombres con una finalidad especulativa". Y explicaron que 450.000 (el 25% del total) fueron inscriptos por 884 personas, sobre un total de 512.000. "Hay oportunistas que registran nombres de abogados, profesionales, arquitectos, ingenieros, entre otras cosas, para cobrar una recompensa", afirman.
Tales acciones, dicen algunos, no constituyen delito. Matías Laura, un joven estudiante de Derecho, no tiene empacho en reconocer que registró más de 10.000 dominios. Dice que se dedica a la compraventa de direcciones y que es absolutamente legal. "Derecho.com.ar y ley.com.ar los compré en unos US$ 2.000", comentó y se queja porque "en la Argentina los precios son bajos". Pero aún así, el mercado es generoso y da oportunidades. "Los genéricos, como turismo.com.ar, se pueden colocar de US$ 5.000 en adelante", celebró.
Laura sostiene que está inscripto como monotributista y que contrató un abogado, "el papá de un amigo", para responder las cartas documentos que le llegan.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/notas/2009/06/08/01935272.html
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