Juzgado Penal de Instrucción Nro.14 de Rosario, dictó cuatro procesamientos por pirateria música y películas para la venta. (Piratería de Cd, Dvd) Juzgado Penal de Instrucción Nro.14 de Rosario, dictó cuatro procesamientos por pirateria música y películas para la venta. (Piratería de Cd, Dvd)
Copiaban CDs en un centro de grabado que contaba con página web y publicidad. Los juzgarán por defraudación.
Cuatro personas fueron procesadas por defraudación en una causa que las investigaba por piratear discos compactos de música y DVD. Tres de los acusados fueron detenidos en diciembre de 2004 tras dos allanamientos que realizó la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), en los que secuestraron numerosa cantidad de CDs y software para copiar música y películas. La investigación había comenzado con la denuncia de una asociación porteña para la protección de derechos intelectuales.
Los procesamientos fueron dictados por el juez de Instrucción Nº14, Adolfo Prunotto Laborde. Los cuatro acusados fueron enviados a juicio como autores del delito de defraudación causada por la "reproducción de fonogramas sin autorización ni licencia de los productores". Las copias, según la resolución, se hacían a pedido de compradores. Y en los lugares donde operaban con equipos de copiado, según el juez, también se almacenaban copias ilícitas.
Se trata de una práctica extendida y frecuente (tanto para la venta como para uso personal) que puede realizarse con un equipo informático común, y que sin embargo es factible de persecución penal. El juez consideró que la reproducción de discos apócrifos se inscribe en los artículos previstos por la ley de propiedad intelectual, que penaliza a quien edite, venda o reproduzca una obra sin autorización del autor.
En estos casos se aplica la pena prevista para el delito de defraudación, con prisión de un mes a seis años. Todos los acusados se encuentran en libertad porque se trata de una figura excarcelable. Con el procesamiento les impusieron un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 50 mil pesos.
Todo comenzó con una denuncia que presentó el año pasado Carlos González Castellanos, representante de la Asociación para la Protección de los Derechos Intelectuales de Fonogramas y Videogramas Musicales. Es una entidad con sede en la Capital Federal pero que tiene alcance nacional. El denunciante dijo ser apoderado de varias empresas discográficas y sostuvo que en Rosario funcionaban "varios focos de piratería musical", uno de ellos en calle Forest al 6700 y otro en Pellegrini al 5200.
Con esos datos, efectivos de la TOE comenzaron a investigar los movimientos de esos domicilios y detectaron que en el local de calle Forest funcionaba "Cronos CDs", una firma con página web y publicidad en el diario. Luego de tres meses de investigación, el lugar fue allanado y allí detuvieron a un matrimonio: Andrés A., de 27 años, y Mariza Z., de 32. Los policías encontraron en el lugar cinco CPU conectadas en red, seis grabadoras, numerosos CDs y DVD grabados y stickers de propaganda. El nombre de A. figuraba en un correo electrónico mencionado en el sitio de internet de "Cromos"
Luego los agentes allanaron el domicilio de Pellegrini al 5200, donde secuestraron una computadora y gran cantidad de discos compactos. Allí fue detenido el tercer imputado en esta causa, Juan A., de 28 años.
Un informe técnico informático de la policía precisó que todos los discos secuestrados eran copias apócrifas y que existían varias réplicas de un mismo título, lo que desvirtuó la hipótesis de un uso personal. También detalló que el software hallado era el apropiado para producir y comercializar material apócrifo. Al producirse las detenciones, la policía indicó que la operación causaba un perjuicio anual de 7 millones de pesos. Aunque en el procesamiento no se menciona el monto de la defraudación.
Entre los detenidos, la única que aceptó hablar fue Mariza E., quien sostuvo que había sido despedida de su trabajo. Dijo que estaba separada de su esposo y que ignoraba a qué se dedicaba su pareja. Sin embargo, quedó implicada porque ante un llamado telefónico realizado por la TOE ella había explicado los precios y formas de envío del material.
En otra resolución, el magistrado procesó por la misma figura penal a Germán R., de 28 años, quien fue detenido en un procedimiento del Comando Radioeléctrico en una casa de Navarro al 6400. Lo apresaron cuando le entregaba 40 discos a un cadete y le explicaba en qué domicilios debía repartirlos. En la casa de R. secuestraron dos computadoras y material de grabación. El joven aseguró que por no tener trabajo hacía tiempo que copiaba y vendía CDs para la venta, los cuales cobraba entre 5 y 6 pesos.
Fuente: La Capital
Fecha: 25/9/05
Cuatro personas fueron procesadas por defraudación en una causa que las investigaba por piratear discos compactos de música y DVD. Tres de los acusados fueron detenidos en diciembre de 2004 tras dos allanamientos que realizó la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), en los que secuestraron numerosa cantidad de CDs y software para copiar música y películas. La investigación había comenzado con la denuncia de una asociación porteña para la protección de derechos intelectuales.
Los procesamientos fueron dictados por el juez de Instrucción Nº14, Adolfo Prunotto Laborde. Los cuatro acusados fueron enviados a juicio como autores del delito de defraudación causada por la "reproducción de fonogramas sin autorización ni licencia de los productores". Las copias, según la resolución, se hacían a pedido de compradores. Y en los lugares donde operaban con equipos de copiado, según el juez, también se almacenaban copias ilícitas.
Se trata de una práctica extendida y frecuente (tanto para la venta como para uso personal) que puede realizarse con un equipo informático común, y que sin embargo es factible de persecución penal. El juez consideró que la reproducción de discos apócrifos se inscribe en los artículos previstos por la ley de propiedad intelectual, que penaliza a quien edite, venda o reproduzca una obra sin autorización del autor.
En estos casos se aplica la pena prevista para el delito de defraudación, con prisión de un mes a seis años. Todos los acusados se encuentran en libertad porque se trata de una figura excarcelable. Con el procesamiento les impusieron un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 50 mil pesos.
Todo comenzó con una denuncia que presentó el año pasado Carlos González Castellanos, representante de la Asociación para la Protección de los Derechos Intelectuales de Fonogramas y Videogramas Musicales. Es una entidad con sede en la Capital Federal pero que tiene alcance nacional. El denunciante dijo ser apoderado de varias empresas discográficas y sostuvo que en Rosario funcionaban "varios focos de piratería musical", uno de ellos en calle Forest al 6700 y otro en Pellegrini al 5200.
Con esos datos, efectivos de la TOE comenzaron a investigar los movimientos de esos domicilios y detectaron que en el local de calle Forest funcionaba "Cronos CDs", una firma con página web y publicidad en el diario. Luego de tres meses de investigación, el lugar fue allanado y allí detuvieron a un matrimonio: Andrés A., de 27 años, y Mariza Z., de 32. Los policías encontraron en el lugar cinco CPU conectadas en red, seis grabadoras, numerosos CDs y DVD grabados y stickers de propaganda. El nombre de A. figuraba en un correo electrónico mencionado en el sitio de internet de "Cromos"
Luego los agentes allanaron el domicilio de Pellegrini al 5200, donde secuestraron una computadora y gran cantidad de discos compactos. Allí fue detenido el tercer imputado en esta causa, Juan A., de 28 años.
Un informe técnico informático de la policía precisó que todos los discos secuestrados eran copias apócrifas y que existían varias réplicas de un mismo título, lo que desvirtuó la hipótesis de un uso personal. También detalló que el software hallado era el apropiado para producir y comercializar material apócrifo. Al producirse las detenciones, la policía indicó que la operación causaba un perjuicio anual de 7 millones de pesos. Aunque en el procesamiento no se menciona el monto de la defraudación.
Entre los detenidos, la única que aceptó hablar fue Mariza E., quien sostuvo que había sido despedida de su trabajo. Dijo que estaba separada de su esposo y que ignoraba a qué se dedicaba su pareja. Sin embargo, quedó implicada porque ante un llamado telefónico realizado por la TOE ella había explicado los precios y formas de envío del material.
En otra resolución, el magistrado procesó por la misma figura penal a Germán R., de 28 años, quien fue detenido en un procedimiento del Comando Radioeléctrico en una casa de Navarro al 6400. Lo apresaron cuando le entregaba 40 discos a un cadete y le explicaba en qué domicilios debía repartirlos. En la casa de R. secuestraron dos computadoras y material de grabación. El joven aseguró que por no tener trabajo hacía tiempo que copiaba y vendía CDs para la venta, los cuales cobraba entre 5 y 6 pesos.
Fuente: La Capital
Fecha: 25/9/05
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