Un contacto virtual con un desconocido, y un engaño que se convierte en pesadilla. Una jueza de Control confirmó la prisión preventiva del único imputado por grooming que se haya conocido en Córdoba.

Autora: Laura Giubergia
Fecha: 23/11/2014
Fuente: http://www.diaadia.com.ar/cordoba/grooming-la-trampa-solo-un-clic
La trampa a un clic de distancia. Un nuevo amigo en Facebook, varios días intercambiando mensajes y fotografías, y la ilusión de una nueva relación que, atravesada por las nuevas tecnologías, puede no ser lo que parece.
Así es como, escondidos detrás de una identidad falsa, los pederastas encuentran en las redes sociales el ámbito perfecto para conocer y engañar a niños y adolescentes, e iniciar vínculos de confianza que les permitan acceder a la intimidad y cometer delitos contra su integridad sexual.
El 19 de noviembre, la jueza de Control de Río Segundo Laura Barale confirmó la prisión preventiva de Marcos José Dávila, el hombre de 34 años que está detenido desde septiembre, imputado por grooming y pornografía infantil en perjuicio de una adolescente del interior de la provincia. Se trata del primer caso que se conoce en Córdoba de una imputación bajo esta figura.
Mediante engaños y mentiras, el hombre se hacía pasar por adolescente en la red, y consiguió así fotos íntimas de la chica de 14 años, para luego extorsionarla y pedirle que se encuentren. Ella se negó, y él la amenazó con difundir las imágenes. Ella se volvió a negar, y él cumplió con la amenaza: publicó las fotos en un sitio de dominio público en la localidad en la que vive la menor.
Fuentes cercanas aseguran que esa difusión “la arruinó”. “La expuso de manera aberrante frente a todo el pueblo, está deprimida y dejó el colegio, no sabe cómo volver a empezar”, confiaron.
La figura de grooming fue incorporada al Código Penal el año pasado, y prevé penas de entre seis meses y cuatro años de prisión. Según la definición del artículo 131, atañe a quienes “por medio de las comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.
“En nuestro pronóstico punitivo hipotético, creemos que aunque el delito no tiene una pena tan gravosa, atento a las condiciones en las que actuó y al tremendo daño psicológico que la causó a la menor, le podría corresponder una pena cercana al máximo”, explicó a Día a Día el fiscal de instrucción de Río Segundo, Cristian Griffi.
La investigación disparada por la denuncia de la familia derivó en un arduo trabajo de Policía Científica, que en 12 de septiembre pasado los llevó a allanar una vivienda de barrio Juniors, en la ciudad de Córdoba, en donde fue detenido el sospechoso. En la computadora que le secuestraron al acusado, encontraron material de otros niños que es investigado por la Justicia.
Dudoso
Dudoso
El fiscal de Cámara y especialista en delitos sexuales, Marcelo Altamirano, apuntó que la definición de este delito conlleva tres dificultades: la traducción, la interpretación y la investigación. Cuestionó que se utilice un término en inglés, y que se defina la acción en función de “el propósito”.
“Partimos de la base de que es engorroso acreditar la intención, ¿cómo se prueba que la conexión tecnológica lo fue con fines sexuales?”, se preguntó Altamirano, asumiendo que esto con lleva una “extrema dificultad probatoria” para los investigadores.
El daño
El daño
La psicóloga y perito forense Marcela Scarafía aseguró que una víctima de grooming puede presentar una sintomatología similar a la una víctima de abuso sexual. “Seguramente va a experimentar esa sensación de inescapabilidad, un alto nivel de vulnerabilidad y de exposición”, describió, y advirtió que posiblemente manifiesten signos como alerta, dificultades para dormir, irritabilidad o inhibición, angustia y, eventualmente, depresión.
Si encima el acosador cumple con su promesa de difundir el material, el daño es aún mayor. “Los deja sin entorno, los pone en la mirada y boca de todos, y pierden la valía social”, enumeró Scarafía, y agregó: “En la adolescencia, uno construye valía social con la mirada de los otros, de sus pares, y cuando esa imagen es bastardeada se pierde la autoestima y las referencias, y hay riesgo incluso de suicido si la persona no encuentra contención adecuada”.
“Siempre va a depender de la personalidad del niño o del adolescente, y de la contención principalmente en la familia, pero quienes son más vulnerables están más expuestos”, finalizó.
"Los chicos buscan redes donde no están los adultos"
“Facebook ya se llenó de adultos, entonces los chicos buscan otras redes o sitios de juegos en los que creen que sólo hay pares y que son el caldo de cultivo ideal para los pedófilos porque no tienen que elaborar un perfil falso”, explicó Daniel Monasterky, abogado especializado en derecho informático que fue consultado para elaborar la ley nacional.
“En una red de juegos es mucho más fácil captar a un niño, porque hay un chat y se supone que si uno está ahí, también es menor”, indicó.
Para él, uno de los principales problemas es el desdibujado concepto de privacidad que tienen los niños y adolescentes: “Para los nativos digitales el concepto de privacidad no está interiorizado, y para ellos todo es público, porque no tienen inconvenientes en exponer sus intimidades, pensamientos e imágenes todo el tiempo”.
Para él, uno de los principales problemas es el desdibujado concepto de privacidad que tienen los niños y adolescentes: “Para los nativos digitales el concepto de privacidad no está interiorizado, y para ellos todo es público, porque no tienen inconvenientes en exponer sus intimidades, pensamientos e imágenes todo el tiempo”.
A partir de esta certeza, el letrado pone el ojo en los adultos. “Son los padres y los adultos en general los que tenemos que trabajar para generar conciencia y asumir el compromiso de aprender de tecnología para poder hablar en el mismo idioma y asesorar a nuestros hijos”. Según Monasterky, los chicos no ven a sus padres como autoridades en materia de Internet cuando éstos no saben de qué se tratan las redes.
Acerca de la figura de grooming, Monasterky consideró que la definición es un tanto ambigua y que se presta a diferentes interpretaciones: “Hay que probar que hubo una relación de confianza, que se creó un lazo en vistas de lograr un delito sexual”, precisó. El abogado remarcó que ciberdelitos se da una particularidad respecto a la mayoría de los delitos sexuales: “El 95 por ciento de los abusadores utiliza una identidad falsa, y el robo de identidad no está tipificado como delito ni como agravante”.
Sexting y Whatsapp
Es frecuente escuchar de fotos y videos que se “viralizan” –comparten entre miles de personas en pocas horas a través de Internet y de dispositivos móviles– y que, originalmente, fueron enviados en privado.
“Hay un daño y una responsabilidad civil del primero que recibió el video o la foto y lo difundió”, sentenció Daniel Monasterky, y aclaró que si se trata de material pornográfico de un menor de edad puede incluirse también la figura penal de distribución de pornografía.
El intercambio de fotos y videos eróticos o sexuales a través de las nuevas tecnologías es conocido como sexting, pero en los menores de 18 años se lo considera pornografía infantil.
En el caso de los jóvenes y esta tendencia cada vez más repetida de relacionarse a través del celular, la psicóloga Marcel Scarafía considera que se debe a la poca capacidad de anticipación que caracteriza a buena parte de los adolescentes. “Anticipan poco las consecuencias, y no pueden medir que lo que están mandando puede difundirse y dejarlos muy expuestos”, describió.
Monasterky es conciso en la recomendación: “Si no querés que una foto, audio o comentario tuyo se difunda, no te saques la foto, no te grabes y no escribas el comentario, porque una vez que está en la web no lo bajás más, y menos si está en los teléfonos celulares de miles de personas”.
Para Scarafía, los adolescentes más impulsivos son más pasibles de caer en este tipo de conductas, más cuando no pueden evaluar con quién está del otro lado.
“Hay poca valoración de con quién me estoy metiendo, si es una persona que conozco y que puede guardar el secreto o si es alguien que lo va a distribuir sin importarle el perjuicio que me cause”, ejemplifica la psicóloga, que a su vez califica como psicopático a quien distribuye los archivos con el único fin de divertirse.
Sexting: intercambio de fotos y videos eróticos o sexuales a través de las nuevas tecnologías.
Autora: Laura Giubergia
Fecha: 23/11/2014
Fuente: http://www.diaadia.com.ar/cordoba/grooming-la-trampa-solo-un-clic
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